2024

Miradas Abiertas: Una posición, estar dentro
CCCC, Valencia





"Una Posición, Estar Dentro", proyecto realizado por la artista Claudia Pastomas, profundiza en las transformaciones materiales, productivas y relacionales surgidas de las revoluciones industriales. La obra reflexiona sobre la evolución del trabajo manual, el cuerpo y la materialidad, explorando tensiones entre lo artesanal y lo industrial, lo familiar y lo desconocido. La artista formaliza estas inquietudes mediante materiales tanto tradicionales como modernos (madera natural, chapas, tableros DM …) capturando en las esculturas la opacidad de los productos industriales y la resistencia inherente en la materia rescatada

El núcleo de la instalación está formado por piezas que evidencian las distintas alturas de las mesas utilizadas en el trabajo manual, simbolizando el concepto de "estar dentro", haciendo visible la corporalidad y inmersión del cuerpo. Estas piezas constituyen un archivo de las diversas posiciones corporales en el taller, cuestionando la relación entre el individuo y la producción industrial. Generando un entorno que invita a explorar los espacios entre las obras, descubriendo nuevas capas de significado y sumergiéndose en las complejidades de la industrialización contemporánea, donde el "estar dentro" adquiere otra dimensionalidad.

Además de abordar la transición del fordismo al posfordismo, la instalación plantea cómo la producción en serie del fordismo cuestionó las formas manuales y personalizadas de interacción sujeto-objeto de los sistemas gremiales. La descentralización de la producción y el trabajo en la era neoliberal relegó estas metodologías, volviendo obsoletas las formas anteriores de pensar y de hacer, creando así un cuerpo extraño ajeno a la lógica productivista dominante.

La obra, invita al espectador a reflexionar sobre la evolución histórica de los métodos de producción y sus impactos en la sociedad contemporánea, mediante el recorrer, el releer y el redescubrir a través del cuerpo y la mirada. Pastomas utiliza las esculturas para trazar un paralelo entre el pasado y el presente, ofreciendo una crítica sutil pero recia de cómo los cambios económicos y tecnológicos han moldeado nuestras interacciones con los objetos, y más ciertamente, entre nosotros mismos.