"Ser, artista, es vivir la vulnerabilidad con todas las consecuencias, es un abrirse radical a las cosas y a los otros.”— Eva Lootz.
Hoy, cuatro artistas valencianas (Blanca Espasa, María Burguera, Sandra Mar y Claudia Pastomás) conforman el espacio de un mismo cuadrado, un cuadrado que se mantiene unido por un interés común: el vínculo entre cuerpo y material. Esta confluencia entre diferentes realidades matéricas se acciona desde la recuperación. Desde la recuperación de la artesanía y la memoria colectiva que amasa cuerpo, espacio y proceso.
Nuestra herencia es contada desde el barro, la madera, el papel y la cerámica, que hoy se convierten en algo más que un recurso material y se acerca a nosotros en forma de piezas que evidencian procesos y experiencias desde la contemplación, lejos del utilitarismo al que estaban relegadas. Es el brillo inscrito lo que se evidencia ante el espectador. Desde el abrazo y el cuidado las artistas construyen un vínculo entre lo físico y lo emocional, la materia y lo poético.
Torsión del cuerpo, memoria sensorial del proceso, el sentir con las manos, porque el hacer siempre tuvo textura y el proceso siempre tuvo olor.
Texto por Pablo Quesada